En Traumatología, las infiltraciones articulares consisten en introducir un medicamento con una jeringa en una zona del cuerpo. Realizar una infiltración resulta más eficaz que administrar el medicamento por vía oral ya que estamos localizando su aplicación, inyectándolo en la zona exacta que lo requiere.
En las infiltraciones articulares, el obietivo habitual es tratar, generalmente con un anastésico mezclado con un esteroide, un proceso inflamatorio, disminuir el dolor y acelerar la curación.
Las infiltraciones articulares suelen ser comunes en procesos inflamatorios como la artrosis, artritis o bursitis, siendo las zonas más habituales de tratamiento las rodillas, hombros o codos.
Las infiltraciones deben ser llevadas a cabo con un protocolo estéril, para disminuir el riesgo de que algún organismo infeccioso pueda penetrar la piel junto con la aguja y causar una infección. En Eborasalud Clínica Médica Talavera contamos con un quirófano preparado para realizar este tipo de intervenciones ambulatorias y menores. Normalmente, el paciente puede volver a realizar su vida normal después de este tratamiento.
En general el número de infiltraciones con corticoides no debería realizarse más de cuatro veces al año, debido a que eventualmente se pueden presentar complicaciones sistémicas por el uso prolongado, además de eventualmente provocar degeneración articular y osteoporosis por su sobreuso.