La cefalea o dolor de cabeza es uno de los dolores más comunes que podemos experimentar; generalmente una cefalea se presenta de forma intermitente, aunque existen cefaleas crónicas; es infrecuente que reflejen un problema grave de salud. Sin embargo, cualquier cambio en el patrón o la naturaleza del dolor de cabeza podría ser el síntoma de un problema grave (por ejemplo, un dolor que era esporádico cambie a frecuente, o de leve a agudo), y por este motivo se debería solicitar la asistencia médica lo antes posible.
Entre las causas más comunes de la cefalea se encuentran las hereditarias (como la migraña hemipléjica familiar), la edad (en la adulta la cefalea es más frecuente en mujeres debido a los cambios hormonales), el estrés, el abuso de alcohol, o el consumo de alimentos como la comida rápida o basura, chocolate, cacao, picantes o alimentos fermentados como el queso. También pueden desencadenar en cefalea la falta o exceso de sueño, cambios hormonales e incluso cambios climáticos.
Existen formas de evitar que una cefalea se desarrolle más allá de lo que debería; estas son algunas de las recomendaciones:
- Tratar de llevar una vida ordenada.
- Realizar ejercicio físico de manera habitual.
- Tener unos hábitos de alimentación saludables, tomando más frutas y verduras y evitando las grasas.
- Evitar el alcohol y el tabaco.
- Evitar abusos de medicación o cafeína.
- Solicitar ayuda ante síntomas depresivos, que pueden ser un desencadenante del dolor o de su agravamiento.
- Acudir al neurólogo frente a cualquier tipo de dolor inesperado.