En Dermatología, con la llegada de la primavera, los cuidados de la piel deben adaptarse a la nueva estación. Estos meses previos al verano son un muy buen momento para realizar tratamientos que preparen la piel de cara a una mayor exposición solar y al aire libre.
LIMPIEZA DE LA PIEL
Es muy importante la limpieza cuidadosa de la piel; los productos desmaquillantes y de limpieza facial deben ser suaves y que no resequen la piel. Actualmente disponemos de «aguas micelares» que aparte de aportar una limpieza cuidadosa, aumentan la hidratación cutánea.
HIDRATACIÓN Y REPARACIÓN DE LA PIEL
El frío es una de las causas que más contribuyen a la sequedad de la piel, por lo que en los primeros días de la primavera, nuestros cosméticos deben ir dirigidos a combatir esta sequedad; es por ello que continuaremos empleando, igual que en invierno, cremas que lleven componentes «humectantes», que atraigan el agua dentro de la piel, como la glicerina, propilén-glicol, urea, lactato sódico, etc. y componentes con efecto oclusivo, que sirven de barrera, para impedir la pérdida de agua epidérmica, como son la lanolina, silicona y sus derivados.
Es muy adecuado aplicar mascarillas que contengan emolientes que retienen el agua para su correcta hidratación y para conseguir una buena exfoliación. Es importante que también contengan agentes activos que estimulen la regeneración de la piel. Además, no deberíamos olvidar en estos cuidados las zonas del cuello y el escote.
No olvidemos el contorno de ojos ya que es la zona que antes envejece, pero el carácter fino de su piel hace que sea la zona más frágil de nuestra cara por lo que debemos utilizar productos específicos para esta zona que, además de cuidarla, eviten la irritación ocular.
PROTECCIÓN SOLAR
Este es un aspecto fundamental. Comienzan los días soleados y es muy importante evitar los efectos nocivos del sol por lo que comprobaremos que nuestra crema hidratante matutina lleve factor de protección, recordando que para la actividad diaria es suficiente un factor 15 pero las actividades deportivas al aire libre o las exposiciones prolongadas al sol precisarán adicionarle un protector solar con índice de protección más elevado.
ALIMENTACIÓN
Es buena idea introducir en nuestra dieta alimentos que contienen importantes cantidades de complementos nutricionales dirigidos, fundamentalmente a combatir los efectos de los radicales libres responsables del envejecimiento cutáneo (antioxidantes). En este sentido, el tomate y la cebolla, los cítricos como las mandarinas, kiwis, naranjas, frutos como las moras, arándanos, frambuesas, o verduras como calabazas y zanahorias mejorarán la hidratación de la piel. Y por supuesto ¡¡beber mucho agua!!
Y si tienes dudas a la hora de cuidar tu piel, visita a tu dermatólogo. En Eborasalud, tu clínica médica de confianza en Talavera, la doctora Natalia Sánchez Neila te ayudará a cuidarte y ganar en salud y belleza.