El ácido hialurónico es un polisacárido que se encuentra de manera natural en el organismo, como por ejemplo en el cordón umbilical, en la sangre, en el líquido sinovial articular, en la piel y, en general, está presente en toda sustancia fundamental conjuntiva.
Esta sustancia tiene unas propiedades de viscosidad muy importantes y una baja velocidad de sedimentación, lo que hace que:
- Favorezca la regeneración natural de tejidos, especialmente cartílagos, tendones y huesos.
- Contribuye a mejorar la movilidad de las articulaciones y las mantiene jóvenes y sanas.
- Ayude a prevenir y recuperarse de lesiones deportivas como tendinitis y distensiones.
- Reduzca el dolor articular y muscular.
El ácido hialurónico se utiliza en inyección intrarticular para aumentar la concentración de éste en el líquido sinovial que recubre la articulación y mejorar así su funcionamiento y elasticidad; este tratamiento permite así reducir la inflamación y en muchos casos el dolor. De hecho, en el ámbito del deporte existen diversos estudios que confirman el uso de esta sustancia para mejorar tanto la síntesis de colágeno articular como las funciones del líquido sinovial.