Tras una fractura, operación, cesárea, quemadura o corte siempre queda una cicatriz, una “herida de guerra”.
Esta cicatriz, es el parche que el cuerpo desarrolla tras una lesión, y cuyas características no llegan a igualar a las del tejido anterior. El ser humano no regenera el tejido lesionado, sino que cicatriza, es decir, el cuerpo crea una cicatriz para optimizar el tiempo de recuperación y prevenir posibles riesgos. Las cicatrices constituyen un pobre sustituto de la piel, ya que suelen ser menos elásticas, más o menos profundas e hipertróficas y su sensibilidad no es del todo
correcta.

Dolor local o referido, dolor miofascial, limitaciones del movimiento, adherencias, alteraciones linfáticas (edemas) y alteraciones estética son algunas de las consecuencias que las cicatrices pueden traer consigo y que es necesario tratar. Es bastante habitual que nos centremos en la lesión propiamente dicha y no en las secuelas que quedan después del tratamiento. La cicatriz es una secuela.

Entre las más frecuentes se encuentran las cicatrices post operatorio, por ejemplo tras una cesárea o las que quedan después de una quemadura.
En las cesáreas, se realiza una incisión no solo del tejido superficial sino profundo hasta llegar al útero, por lo tanto es considerada una cirugía mayor abdominal y requiere de su tiempo de recuperación. Como se ha realizado el corte no sólo en la piel sino en estructuras internas, es de primordial necesidad tratar la cicatriz para que:
 A nivel superficial: evitar tirantez, engrosamiento, dureza, retracciones y disminución
de la movilidad, dolor lumbopélvico
 A nivel profundo: evitar hipotonía abdominal, adherencias de los tejidos y problemas
digestivos y vasculares.

Tras una quemadura, la cicatriz hipertrófica que queda es la complicación más frecuente, ya que puede limitar la capacidad funcional de la persona que lo sufre. Si la quemadura afecta a las piernas, podría tener dificultades para agacharse, sentarse, caminar o subir escaleras. Si afectan el tronco y los brazos, puede tener dificultad para arreglarse, comer, vestirse y bañarse, así como para trabajar con las manos. Algunas de estas retracciones ocasionadas por las quemaduras son inevitables, pero muchas se pueden prevenir al participar de manera
activa en el programa de rehabilitación.

Con todos estos datos sobre todas las consecuencias que deja una cicatriz ¿vas a dejar que esas “heridas de guerra” limiten tu vida?. CONFIA EN NOSOTROS.

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