Una prueba de esfuerzo puede ser crucial para evitar la muerte súbita en deportistas. Y es que las cardiopatías son las responsables de la mayor parte de este tipo de fallecimientos, con especial prevalencia en mayores de 35 años, aunque en los últimos tiempos los casos de muerte súbita en personas jóvenes ocupan tristemente los titulares de la prensa casi de manera habitual.
Los casos de muerte súbita no se producen solo en deportistas aficionados, sino que también se presentan en competidores habituales, bien entrenados y con un excelente rendimiento deportivo que, desgraciadamente, desconocían que eran portadores de manera silenciosa de enfermedades cardiovasculares potencialmente letales, a pesar de haber sido sometidos a distintos controles médicos durante su vida deportiva.
La prevención de la muerte súbita asociada con el deporte debe tener en cuenta siempre una prueba de esfuerzo previa para poder identificar las distintas enfermedades cardiovasculares que con mayor frecuencia son responsables de la muerte súbita de deportistas bien entrenados o de individuos jóvenes aparentemente sanos.
En el centro médico Eborasalud innovamos y ampliamos nuestra cobertura en Cardiología con nueva aparatología y una Unidad Cardiovascular única en la comarca, dirigida por el doctor Miguel Ángel Gómez, Jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Nuestra Señora del Prado. Además, para completar la atención cardiovascular, la Unidad Asistencial cuenta con el asesoramiento de nuestra especialista en Cirugía Vascular, la doctora María Jesús Merino.
En cuanto a las técnicas de diagnóstico en cardiología, Eborasalud ha incorporado el Ciclo-Ergoespirómetro, aparatología precisa para realizar pruebas de esfuerzo. Además, complementa su unidad cardiovascular con pruebas tradicionales como el electrocardiograma, ecografía de alta resolución, ecocardiografía, espirometría y eco-doppler.
CHEQUEOS A DEPORTISTAS. La prueba de esfuerzo con el Ciclo-Ergoespirómetro permite estudiar la reacción del cuerpo frente a un esfuerzo físico controlado y cada vez más intenso, hasta el punto de máximo esfuerzo de cada individuo. El objetivo es realizar un chequeo completo que evite o minimice situaciones de riesgo para el deportista, al mismo tiempo que se descarta cualquier problemática cardiovascular que pueda desembocar en un colapso o incluso la muerte mientras se realiza actividad física.